Madre, embarazada y sin alimentos: El rostro de la crisis del hambre en Haití

Locita with her child
Locita holding her child in fromt of her house in Nippes, Haiti

«Estoy embarazada y sufro desnutrición, porque normalmente no consigo comida. A veces no como nada durante un día, compro comida al crédito, los vecinos me dan algo de comida, tengo que dársela a mi hijo porque no tiene el mismo nivel de resistencia que yo». Estas son las palabras de Locita, una madre soltera de 24 años del departamento de Nippes, en Haití. Vive con su padre y su hijo de 3 años en una casa de una sola habitación. Tienen una cocina exterior, pero la comparten con otras personas que viven en la zona.

 «No tengo ninguna actividad para generar ingresos, a veces la gente (familias y conocidos) me da comida, dinero u otras cosas». Dijo Locita

Según la actualización de la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (CIF) de marzo a junio de 2022, 1,32 millones de personas en Haití están clasificadas en Emergencia y 3,18 millones en Crisis. Esto significa un total de 4,3 millones de personas en riesgo de inseguridad alimentaria aguda.

Esta crisis en Haití ha sido el resultado de varios acontecimientos internos en los últimos años que han afectado a la estabilidad política, económica y social. En primer lugar, el asesinato del presidente Moïse el 7 de julio de 2021, que desencadenó inseguridad, aumento de la violencia, secuestros, disturbios civiles y el aumento de la inseguridad alimentaria, entre otros. En segundo lugar, el terremoto de 7,2 grados que sacudió el sur del país en agosto de 2021. La violencia de las pandillas y la incertidumbre política siguen siendo algunos de los principales motores de la inseguridad y el malestar social. Una situación que afecta a la población más vulnerable: niñas, niños y sus familias. Además, la pandemia de Covid19 y el aumento de los precios de los alimentos, el combustible y los fertilizantes debido al conflicto en Ucrania han supuesto la acumulación de una crisis global que también afecta a países como Haití.

«En el centro de salud, recibí una pequeña cantidad de dinero, que utilicé para pagar las deudas de la gente que me daba a crédito. Luego compré comida para la casa». Dice Locita que incluso el padre de su hijo se ofreció a cuidar de ella y de su hijo, pero ella no quiso porque no respetó a su madre: «El padre del niño quiere cuidar de mí. Golpeó a mi madre en la cara, cómo podría vivir con alguien que no respeta a mi madre».

El hambre también pone a las niñas y mujeres en riesgo de sufrir violencia de género, explotación sexual, trabajo infantil, embarazos precoces y problemas de salud. «Mi hijo no come grasa ni toma leche porque tiene tifoidea, a veces si no le doy de comer es porque no lo puedo costear». afirmó Locita.

La respuesta de Plan International para apoyar a las familias afectadas como la de Locita. incluye el apoyo para que tengan acceso a alimentos y agua potable a través de transferencias de efectivo para los hogares vulnerables, el suministro de kits de almacenamiento de agua, tabletas de purificación y sistemas de agua colectivos mejorados. «Aunque no sé quién me hace la transferencia, digo gracias a todos los que me han ayudado, especialmente a Plan International». dijo Locita.

Share