Wendy aprovecha la robótica para construir su futuro
Wendy encontró en la robótica una nueva pasión. Lo que empezó como un curso escolar se convirtió en una herramienta clave para soñar con un futuro innovador.

La robótica y el negocio familiar
Desde pequeña, Wendy ha crecido entre el aroma del pan recién horneado y el ajetreo del negocio familiar. Toda su familia ha dedicado su vida a la panadería, transmitiendo de generación en generación el oficio. Pero para Wendy su camino podría ir más allá de las recetas y los hornos: su sueño es estudiar administración de empresas. Sin embargo, un giro inesperado en su vida escolar le mostró que la tecnología también podía ser parte de su futuro. “Todos en mi familia son panificadores, hacemos pan francés, pan dulce, diferentes tipos de pan” comenta Wendy.
Ahora, en su primer año de bachillerato técnico en contabilidad, Wendy sigue con su meta de prepararse para estudiar administración de empresas. Ha comprendido que, con sus estudios, podrá mejorar la gestión del negocio familiar y hacerlo crecer. Además, la robótica le ha abierto una nueva visión: sueña con aplicar la automatización en la panadería para optimizar la producción, mejorar la eficiencia y facilitar el trabajo de su familia. La educación le brinda las herramientas necesarias para evolucionar y hacer que el negocio prospere en un mundo cada vez más tecnológico.

Descubriendo el mundo de la robótica
En noveno grado, su maestra la seleccionó, junto con otros compañeros y compañeras, para participar en un curso de robótica. “Cuando me seleccionaron para participar en robótica me sentí muy contenta porque me tomaron en cuenta”, afirma Wendy. Durante tres meses, Wendy descubrió un mundo nuevo donde la ciencia y la tecnología se unían para crear soluciones innovadoras. Al principio, se sintió insegura, pues en estos espacios la participación de las niñas y mujeres a menudo es menor. Pero con el tiempo, demostró que su creatividad y sus capacidades eran igual de valiosas.
“La mayoría de veces solo toman en cuenta a los niños porque tienen la idea que las niñas no lo pueden hacer cuando en realidad si podemos. Ahora se está viendo que si nos toman más en cuenta para esos tipos de trabajo”, expresa Wendy.

El curso no solo le enseñó sobre circuitos, programación y diseño, sino que también le permitió desarrollar habilidades sociales. Aprendió a trabajar en equipo, a compartir ideas y a colaborar con compañeros y compañeras con las que antes apenas hablaba. En las clases de matemáticas, aplicaban los conocimientos adquiridos en robótica y, al finalizar el curso, presentaron sus proyectos en una feria de logros. Para Wendy, ver su trabajo terminado y funcionando fue un momento de orgullo y motivación.
Una generación que apuesta por la tecnología
“Yo quisiera decirles a las niñas que tomen la motivación de aprender algo nuevo, que no piensen que solo los niños pueden, sino que ellas también”.
Wendy
Plan International, a través del proyecto “Generación Imparable”, implementó con apoyo del centro escolar un módulo de STEAM y robótica, el cual busca orientar y promocionar las carreras de la ciencia, tecnología, arte, ingeniería y matemáticas, principalmente entre las niñas para potenciar el desarrollo de sus habilidades y destrezas. Es un proyecto que capacita a los docentes para guiar a las y los estudiantes desde educación inicial y parvularia hasta educación media para que inicien en el mundo de la programación de robots virtuales y físicos que les permita explorar de manera autodidacta el mundo de la tecnología. “Yo quisiera decirles a las niñas que tomen la motivación de aprender algo nuevo, que no piensen que solo los niños pueden, sino que ellas también”, Wendy.
No se trató solo de enseñarle los conocimientos técnicos, sino de brindarle la confianza para creer en sus capacidades y en su futuro. Wendy es una muestra de que las niñas y mujeres tienen un papel fundamental en la ciencia y la tecnología, y que su participación puede transformar no solo sus vidas, sino también a sus comunidades.
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