Rostros de Resiliencia, la historia de Roxana y el papel de la Acción Humanitaria
21 agosto 2024Entre mediados del mes de junio e inicios del mes de julio de 2024, El Salvador fue golpeado por una serie de lluvias torrenciales que provocaron diferentes emergencias y desastres en las comunidades en condición de más vulnerabilidad de El Salvador, más de 3,500 personas fueron albergadas y 19 personas fallecidas, según reportes del Sistema Nacional de Protección Civil.
Una de las familias afectadas fue la de Roxana, compuesta por su esposo y sus tres hijos: un niño de 11 años, otro de 8 y un pequeño de 3 años. Ante la creciente amenaza de las inundaciones, tuvieron que ser evacuados de su hogar y trasladados a un albergue ubicado en el Centro Escolar de su comunidad.
“La lluvia no paró por siete días, yo me preocupé mucho, se llenó de agua nuestra casa y tuvimos que ir al albergue, por suerte el lodo no se metió tanto, aunque si se filtró en nuestro pozo y ya no podemos utilizarlo, además la lluvia nos afectó mucho porque no pudimos ir a trabajar a nuestros cultivos del cual no logramos recolectar mucho porque perdimos bastante de la inversión” comenta Roxana.
Zona de riesgo
La comunidad donde Roxana habita junto a su familia es una de las muchas que se encuentran en la zona costera del departamento de La Libertad, una región altamente vulnerable a desbordamientos de ríos, inundaciones, derrumbes y deslaves. Esta situación se ha vuelto recurrente, especialmente durante la temporada de lluvias, cuando las intensas precipitaciones pueden desbordar los cauces de los ríos y causar estragos en las viviendas y la infraestructura local.
“Yo tengo dos hijas mayores que ya tienen su propio hogar, a las tres de la mañana fuimos a su casa para ver cómo estaban y el agua le llegaba al nivel de la cama, pero ella estaba dormida y no se había dado cuenta, cuando le tocamos la puerta despertó y al bajar vio como el agua le sobrepasaba del nivel de las rodillas, en ese momento nos fuimos todos hacia el albergue”.
Acción humanitaria
Como parte de las acciones de respuesta ante emergencias, Plan International coordinó junto a las instituciones del Estado como gobiernos municipales, gobernaciones Departamentales y la Dirección General de Protección Civil, para la entrega de kits de higiene personal y aseo, kits lúdicos para niñas y niños y tarjetas multipropósitos para que las familias afectadas pudieran adquirir víveres para su consumo, además la provisión de espacios amigables para niñas, niños y adolescentes.
La asistencia proporcionada por Plan International y las instituciones gubernamentales no solo alivia las necesidades inmediatas, sino que también contribuye a la reconstrucción del tejido social, al ofrecer recursos lúdicos para la niñez, se busca no solo satisfacer necesidades básicas, sino también proporcionar un espacio para el juego y la recreación, lo cual es esencial para su desarrollo emocional y psicológico en tiempos de crisis.
Aunque la temporada de lluvias está apenas comenzando, muchas familias, como la de Roxana, se mantienen optimistas y se ven motivadas para fortalecer la preparación ante emergencias y desastres. Plan International trabaja en este ámbito, promoviendo la vinculación entre la acción humanitaria y la preparación ante desastres, con el objetivo de crear entornos más resilientes. Al integrar estas dos áreas, se busca no solo responder eficazmente a las crisis, sino también anticiparse a ellas, asegurando que las comunidades estén mejor equipadas para enfrentar los desafíos que puedan surgir, responder y recuperarse de manera más efectiva.