Una historia de compromiso con la niñez en Chalatenango

24 junio 2025

Desde su infancia en Chalatenango hasta su rol actual como educadora, Nancy ha recorrido un camino de esfuerzo, aprendizaje y compromiso con la niñez de su comunidad.

Nancy, en el CAIPI donde trabaja como educadora de primera infancia.
Nancy trabajando como educadora de primera infancia. © Plan International

Nancy, de 38 años de edad y del departamento de Chalatenango, desde pequeña vivió en un lugar donde los recursos eran limitados, pero el deseo de superarse siempre estuvo presente. Su formación comenzó con la educación preescolar y, con esfuerzo, logró completar todos sus estudios hasta su bachillerato; desde séptimo grado tuvo que mudarse varias veces en Chalatenango para acceder a la educación.

A pesar de que su madre le sugería estudiar educación parvularia en la universidad, Nancy se inclinó por estudiar periodismo. Sin embargo, la falta de universidades en su comunidad la llevó a mudarse a San Salvador. Contó con el respaldo de su hermana, y juntas se trasladaron para continuar con sus estudios, aunque su corazón siempre estuvo en su hogar; “esperaba que llegara el día viernes para regresarme a Chalatenango”, comenta.

Nancy guarda recuerdos muy bonitos de su niñez, marcados por el acompañamiento que recibió desde pequeña. Fue una niña patrocinada apoyada por Plan International, lo que le permitió acceder a útiles escolares, talleres y actividades educativas que complementaron su formación y, sobre todo, sintió que no estaba sola en su proceso de crecimiento.

Al terminar sus estudios, por circunstancias de la vida no pudo ejercer su carrera de periodista. Regresó a su comunidad con la incertidumbre de qué camino seguir, hasta que un día escuchó sobre una oportunidad en la alcaldía: “Me mencionaron que si quería trabajar como educadora de primera infancia en un asocio que tienen con Plan International”. Esa propuesta despertó algo en ella.

En 2018, comenzó su formación como educadora en los Círculos de Atención Integral para la Primera Infancia (CAIPI) y desde entonces ha dedicado su vida a trabajar con niñas, niños y familias. Esa experiencia que vivió en su infancia dejó una semilla profunda que hoy florece en cada espacio que comparte con la niñez. Ahora acompaña a otros niños y niñas en sus primeros años de vida, con la misma dedicación y ternura con la que fue acompañada. “La vida puso en mis manos este proyecto para atender a niños y niñas de primera infancia, quizás para retribuir un poco de lo que yo recibí también”, reflexiona.

Nancy realizando juegos lúdicos con niñas y niños del CAIPI.
Nancy realizando juegos lúdicos con niñas y niños de primera infancia. © Plan International

El modelo CAIPI no solo involucra a los niños, sino también a padres y madres, “en los niños y niñas se marca una gran diferencia en su desarrollo cuando están papá y mamá involucrados”. En Chalatenango, actualmente existen 19 CAIPIS activos, donde niñas y niños, junto a sus cuidadores, aprenden sobre crianza positiva, estimulación temprana y protección infantil en un entorno cercano y accesible.

Nancy ha visto cómo este enfoque y su trabajo transforma vidas, fortalece vínculos familiares y mejora el desarrollo infantil. Su labor ha generado un impacto visible: “Me han hecho saber que hay diferencia entre un niño que ha asistido a CAIPI y uno que no, las habilidades y destrezas que muestran en su kínder son muy diferentes”.

Hoy, Nancy acompaña a cada niño y niña con la convicción de que un entorno amoroso y consciente puede cambiar el rumbo de una vida. Su historia no solo refleja el poder de la educación en la primera infancia, sino también la fuerza de regresar a las raíces para construir un futuro con mejores oportunidades. En cada sonrisa, en cada juego, en cada aprendizaje compartido, Nancy siembra esperanza para construir generaciones imparables.

Conoce más de la historia de Nancy y su camino en la educación para la primera infancia. © Plan International

Categorias: Desarrollo de la primera infancia Etiquetas: Aprendizaje temprano

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