Situaciones de emergencias climáticas en América Latina agudizan la violencia y la inseguridad de las niñas
En el año, desastres de origen natural y antrópico, como incendios forestales, lluvias intensas, inundaciones se han generado en América Latina y el Caribe, provocando entornos de extrema vulnerabilidad, donde las niñas se ven expuestas a riesgos como la violencia, el abuso sexual, falta de acceso a productos de higiene menstrual, entre otros amenazando su bienestar y sus derechos.
En el último año, Honduras ha enfrentado un aumento significativo en la movilidad humana, entre enero y julio de 2024, 272,168 migrantes fueron registrados, un aumento del 48% en comparación con el mismo periodo de 2023, con un 25% compuesto por niñas y niños, según el Instituto Nacional de Migración (INM, 2024). La violencia sigue siendo una amenaza crítica: el país registra una de las tasas de homicidios más altas del mundo, con 31.1 homicidios por cada 100,000 habitantes en 2023 (InsightCrime.org, 2024). Los niños y adolescentes, en particular, enfrentan violencia extrema, con un 60% experimentando violencia física, sexual o psicológica, y Honduras ocupando el segundo lugar en embarazos adolescentes en la región (Centro de Derechos de Mujeres, 2024).
Ante este escenario, y en el marco del Día Nacional e Internacional de la Niña que se conmemora cada 11 de octubre, la organización internacional, humanitaria y de desarrollo, Plan International activa su campaña #NiñasSeguras para sensibilizar sobre la importancia de prevenir la violencia contra las niñas y de promover el respeto de sus derechos, sobre todo en situaciones de emergencias.
A través de esta campaña, Plan International, como un actor humanitario, busca evidenciar las necesidades específicas de las niñas para que en sus entornos cercanos vivan libres de violencia; y para que en momentos de emergencias se considere su acceso a productos de primera necesidad, se garantice su higiene menstrual y se les apoye para promover su resiliencia y desarrollo integral.
Para garantizar los derechos de las niñas, se necesita de acciones coordinadas que incluyan asistencia directa, apoyo psicológico y la creación de entornos seguros para la niñez, reconociendo las necesidades específicas que enfrentan las niñas y mujeres.
Como parte de la respuesta, en el último año se han atendido a más de 13,000 niñas, niños, adolescentes y jóvenes a través de procesos formativos protección y género en emergencias, lo mismo que en prevención de violencia, la salud sexual y reproductiva en contexto de emergencia o crisis humanitarias, entre otros.