El Cambio Empieza en Casa

La Inspiradora Historia de Marely y su Madre

En una pequeña comunidad de Honduras, donde la violencia infantil y la discriminación eran parte del día a día, surgió una historia de transformación. Marely, una niña de 8 años, y su madre, Lesbia, descubrieron el poder de la educación en derechos de la niñez y el impacto de fomentar un entorno libre de violencia.

Empoderamiento en la Familia

Como en muchas comunidades rurales, en el entorno de Marely era común que los niños sufrieran burlas en la escuela y crecieran en hogares donde no se hablaba de los derechos de las niñas y niños. La falta de información y herramientas sobre crianza respetuosa alimentaba prácticas de violencia, y los espacios seguros eran limitados.

Todo cambió cuando Marely participó en un taller educativo sobre protección infantil, facilitado por Plan International. Allí, junto a otras niñas y niños, aprendió a identificar el bullying, a reconocer situaciones de abuso y, sobre todo, a actuar con respeto y empatía.

Su madre, Lesbia, también asistió a talleres enfocados en familias protectoras y crianza positiva, donde comprendió el papel crucial de los adultos en la prevención de la violencia infantil y el fortalecimiento de entornos seguros en el hogar.

«Antes no sabía mucho sobre los derechos de los niños, pero ahora trato de aplicar lo que aprendí para ser mejor madre y proteger a mis hijos», expresó Lesbia.

Un Acto de Valentía que Refleja un Aprendizaje

Un día en la escuela, Marely presenció cómo un compañero molestaba a su prima. Usó las herramientas del taller, identificando que la acción no era correcta y demostró que la prevención del bullying comienza desde las pequeñas acciones. Fue un momento clave que le enseñó a ella –y a quienes la rodeaban– que el cambio es posible.

La experiencia de Lesbia en los talleres la llevó a cambiar su enfoque de crianza. Empezó a hablar con sus hijos sobre la importancia del respeto, la igualdad y la resolución pacífica de conflictos. En casa, los temas de derechos de la niñez se volvieron parte de las conversaciones cotidianas.

«La clave está en ser amables y respetuosos con los demás. Todos tenemos derechos, incluidos los niños», compartía Lesbia con su familia.

Marely y su mascota
Marely y su mascota

Educación para la No Violencia: Un Impacto en la Comunidad

Lo que comenzó como una experiencia personal se convirtió en un movimiento comunitario. Otras madres se inspiraron en Lesbia y empezaron a replicar lo aprendido. La comunidad comenzó a adoptar prácticas más respetuosas en la crianza, y poco a poco, la violencia doméstica y escolar empezó a disminuir.

«Ahora hay menos violencia en los hogares, y eso es porque estamos educando a nuestros hijos con más respeto y más amor», dijo Lesbia, reflejando el impacto positivo de la formación.

Conoce nuestro programa de Generación libre de la violencia.

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