Desde que era pequeña, a Marbella le fascinaba la naturaleza, las formas, los colores y los espacios. A sus 14 años, está a punto de culminar la secundaria con la misma pasión que siempre le ha caracterizado. Sueña con convertirse en arquitecta y, para ella, el acceso a la educación es la clave para lograrlo. Cada boceto que traza en su cuaderno la acerca a su sueño, pero el camino no ha sido fácil. Hace un año, su vida cambió de manera abrupta cuando le diagnosticaron un tumor.

Un sueño que no se apaga

El diagnóstico llegó como una tormenta inesperada. Marbella tuvo que enfrentarse a quimioterapias y radioterapias, procesos que transformaron su vida por completo. «Aunque perdí mi cabello y pasé por un proceso doloroso, siempre supe que no todo iba a quedar ahí. “Mi cabello iba a volver a crecer yo seguiría adelante», afirma Marbella.  

Además de enfocarse en su recuperación, estaba decidida a enfocarse en sus metas porque para ella, la educación siempre fue la llave para salir adelante y cada día en la escuela era una oportunidad para aprender algo nuevo. Marbella estaba decidida a seguir con su educación y demostrar que, con esfuerzo y perseverancia, los sueños pueden hacerse realidad, además de inspirar a sus compañeras y compañeros. 

Un nuevo comienzo

Hoy, Marbella está sana y su cabello ha vuelto a crecer. «Soy feliz. Bueno, todo el tiempo he sido feliz, pero hoy soy más feliz». Su historia es un testimonio de resiliencia y esperanza. «La gente está sorprendida al verme porque no fui una cipota que se quedó en la cama, siempre fui al colegio». Sus ojos brillan cuando habla del futuro. A pesar de los obstáculos, su sueño de ser arquitecta sigue más fuerte que nunca. 

Marbella también ha aprendido a ver el mundo con otros ojos. Ahora reitera que el apoyo y la educación son esenciales. Con una sonrisa, les dice a otros niñas y niños que atraviesan momentos difíciles que no se rindan: «Siempre hay un milagro, que sigan adelante, que no bajen la cabeza». 

Cómo el acceso a la educación cambia vidas

A lo largo de su proceso, Marbella contó con el respaldo de Plan International Honduras, que le otorgó una beca para continuar con sus estudios. Gracias a esta ayuda, Marbella pudo cubrir sus necesidades escolares y mejorar su rendimiento académico, lo que le permitió seguir adelante con su educación. «Recibí una beca, la utilicé así para cosas del colegio, o sea que ocupábamos así entonces me ayudó bastante y mejoró mis calificaciones» afirma Marbella.  

Según datos del Banco Mundial, en 2020, solo el 43.18% de los estudiantes completaron el ciclo inferior de la educación secundaria.

En 2024, la matrícula escolar registró una disminución de 54.384 estudiantes en comparación con el año 2023 lo que representa una reducción del 3% de la población escolar total.

Historias como la de Marbella se convierten en inspiración para evidenciar la importancia que las niñas accedan y completen su educación, ya que esto les proporciona conocimientos académicos, fomenta su confianza, autonomía económica y toma de decisiones. 

Conoce nuestro programa Generación con Oportunidades