Niñas migrantes no acompañadas en peligro en ruta hacia Estados unidos

Ellas están expuestas a violaciones, abusos, trata y esclavitud durante su paso por la ruta migratoria, y además corren el riesgo de ser deportadas por las dificultades en la implementación de las leyes que deben protegerlas.

Migrantes cruzando rio Suchiate en Tapachula, México

De acuerdo al Boletín Mensual de Estadísticas Migratorias del Instituto Nacional de Migración de México, entre enero y septiembre de 2021, el flujo de niñas, niños y adolescentes extranjeros que viajaban solos fue de 9.585, provenientes especialmente de Guatemala (4.815), Honduras (3.480), El Salvador (1.033) y, en una proporción más reducida, de naciones como Haití, Perú, y Ecuador (257).

Entre las principales causas de la migración de niñas, niños y adolescentes está la violencia y la inseguridad a las que están expuestas/os en sus países, la afectación que sufrieron a causas de los desastres naturales y la búsqueda de reunificación familiar, lo que indica que muchas/os de ellas/os ya tienen familiares en el país al que se dirigen . En este tránsito muchas niñas y adolescentes no acompañadas, están particularmente expuestas a muchos peligros, así como son sometidas a violencia sicológica y tratos deshumanizados.

De acuerdo a Dirk Glas, Director País de Plan International México, “muchas niñas, adolescentes y mujeres llegan de Centroamérica, sin ingresos, vienen solas o acompañadas por otras adolescentes. Al intentar y generar recursos económicos mientras continúan el camino a Estados Unidos, les ofrecen contratación irregular en el servicio doméstico, donde trabajan hasta más de 12 horas, recibiendo en algunas ocasiones apenas 500 pesos mexicanos mensuales (unos 23 dólares). Otras no reciben pago con el pretexto que tienen un techo donde permanecer, y en múltiples ocasiones viven bajo las amenazas de ser acusadas en Migración, si no cumplen con las exigencias”.

Estos son algunos de los riesgos que enfrentan principalmente las niñas y las adolescentes que viajan sin compañía de un adulto, lo que también las expone mayormente a situaciones de acoso, abuso sexual y trata en un contexto en el que las posibilidades de obtener servicios de protección bajo la condición de migrante son muy pocas.

En Noviembre 2020, en México entraron en rigor reformas a la Ley de Migración y la Ley sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político, para brindar mayores garantías a los derechos de la niñez y adolescencia migrante proveniente de Latinoamérica. Uno de los puntos más importantes es la prohibición de la detención de la niñez migrante en centros migratorios, lo que se considera un logro, sin embargo la falta de preparación de las autoridades migratorias respecto a los desafíos que supone la reforma, genera en múltiples ocasiones procesos rápidos de deportación de las niñas y niños hacia sus países de origen exponiéndoles nuevamente a los peligros a los que huyeron, o bien la permanencia en albergues no preparados que se encuentran en una condición de saturación lo cual genera trato deshumanizado y violaciones constantes a sus derechos.

“Las dinámicas de retorno empleadas por los gobiernos de México y Estados Unidos, no cuentan con procesos de selección y no tienen en cuenta el interés superior de la niñez. Las niñas, niños y adolescentes no deben ser detenidos, pero paradójicamente esta reforma genera que ahora sean deportados automáticamente, sin que sus casos sean estudiados de manera individual. Su retorno no cuenta con un proceso idóneo quedando expuestos a los peligros que puedan encontrar en el camino, en especial las niñas que son el grupo de mayor vulneración, así como regresar a vivir las situaciones que les forzaron a huir de sus países ”. explicó Dirk Glas.

Las niñas, niños y adolescentes no acompañados en situación de migración pierden sus derechos humanos, y debido a los limitados recursos destinados a la atención de las personas migrantes y a la saturación de las instituciones que los atienden, es casi imposible brindarles una protección de calidad que asegure el interés superior de la niñez. Cruzando fronteras de forma irregular, la mayor parte de la población migrante asume que han perdido sus derechos, y no saben como actuar en cuando son victimas de violaciones a sus derechos.

Plan International se encuentra implementando el Programa Camino Protegido junto con ChildFund, EDUCO y socios locales. El proyecto cuenta con equipos en México, El Salvador, Honduras y Guatemala. “En nuestra operación en Tapachula (México), brindamos asistencia humanitaria y trabajamos prestando servicios de apoyo directamente a los niños, niñas y adolescentes migrantes. Uno de ellos, es la identificación de niñez migrante no acompañada para, con el aval de las autoridades como la Procuraduría y en colaboración con un socio local Juconi, derivar a las niñas, niños y adolescentes a familias de acogida y contextos más amigables en el que puedan estar mientras se resuelve su situación migratoria ”, dijo Dirk Glas.

Plan International hace un llamado a la sociedad, los gobiernos y las organizaciones locales e internacionales a seguir trabajando para garantizar el bienestar de la niñez y adolescencia no acompañada, con un enfoque especial hacía las niñas, así como la aplicación del principio de no devolución y del debido proceso. Así también pide a los gobiernos de la región activar y reforzar los mecanismos de protección especial transfronterizos en coordinaciones regionales, para asegurar una respuesta adecuada en atención a la protección internacional, así como la provisión de ayuda humanitaria que permitan garantizar bajo cualquier circunstancia los derechos de la niñez y adolescencia en situación de migración.

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