Se estima que faltan 131 años hasta que alcancemos una verdadera igualdad de género en todo el mundo, según el Fondo Monetario International, pero las niñas y mujeres no pueden esperar tanto. Por eso Sara, a sus 17 años, emerge como una joven activista de su comunidad. Se destaca su participación protagónica en diversos campos, donde su determinación y pasión la llevaron a explorar y contribuir en áreas tan variadas como la música, la educación y el desarrollo sostenible.
Inició su activismo desde una edad temprana, en una comunidad del Departamento de Caaguazú, siendo parte del movimeinto «Niñas con Igualdad» a los 11 años. A través de esta iniciativa, superó la timidez y la incertidumbre para convertirse en una líder destacada, participando en varios talleres y capacitaciones.
En diversas ocasiones pudo asumir roles importantes, convirtiéndose en Ministra de Educación e Intendenta de su ciudad por un día, en conmemoración al día internacional de la niña.
Un tiempo después se postuló como Presidenta del Centro de Estudiantes de su colegio, siendo electa por sus pares para representar la voz de su curso frente a las autoridades educativas. «Llevaba la voz, las ideas y propuestas de mis pares, de los estudiantes, de los jóvenes. Propuestas en cuanto al ámbito educativo, de participación juvenil y de las problemáticas que aquejaban a nuestra sociedad y a nuestro departamento.” comenta.
Inspiración a través del arte
Desde temprana edad, Sara mostró un interés en el arpa paraguaya, inspirada por su hermana mayor, quien ejecutaba el instrumento. Inició su viaje musical a los 9 años, y desde entonces, el arpa se convirtió en un motor en su vida. A través de la música, encontró una forma de expresión, relajación y conexión con los demás. Su habilidad para transmitir mensajes a través de la música se convirtió en una parte esencial de su identidad.
“El arte y en especial el arpa son un motor en mi vida. Siento que me ayudó a abrirme más. Es un momento de relajación, un momento donde puedo conectarme con mi yo y expresarme a través de sonidos. Me ayudó a poder conectarme más con las personas, tengo la posibilidad de transmitir mensajes muy fuertes al que está escuchando.” comenta.
Con el tiempo, Sara no solo perfeccionó su habilidad musical, sino que también se convirtió en instructora de arpa paraguaya, abriéndose a la docencia y descubriendo su amor por la educación. Este paso marcó el comienzo de su interés en la formación docente y la carrera de licenciatura en desarrollo sostenible.
Sueño a futuro
El compromiso de Sara con la docencia se manifiesta de manera excepcional al emprender, por cuenta propia y a bordo de su motocicleta, la tarea de buscar personalmente a niños y niñas de su comunidad para llevarlos hasta la escuela y enseñarles a tocar el arpa utilizando sus propios instrumentos, de manera gratuita.
Aunque cierra una etapa como representante de centros de estudiantes secundarios, se embarca en una nueva fase como joven universitaria, comprometida con seguir aportando a su comunidad con gestos como estos.
Actualmente está en el cursillo de formación docente, además de inicar la carrera de licenciatura en desarrollo sostenible y siguiendo el profesorado de arpa paraguaya y lenguaje musical. “Me gustaría ser una de las docentes mujeres más destacadas del Paraguay, poder liderar proyectos en distintas comunidades para que más niñas puedan descubrir sus potencialidades para seguir creciendo.” concluye.
Proyectos de empoderamiento juvenil
La Escuela de Liderazgo “Flores de Acero”, del movimiento Niñas con Igualdad, es un proyecto que tiene como objetivo potenciar las habilidades de liderazgo de las niñas, adolescentes y jóvenes que viven en áreas rurales, ayudándolas a generar cambios positivos en sus propias comunidades. Permite, mediante ejercicios prácticos, lúdicos y reflexivos que las niñas y jóvenes fortalezcan su autoestima, conozcan sus derechos sobre salud integral, autocuidado, prevención de violencia basada en género, recursos comunitarios para afrontar la violencia, participación y liderazgo, sororidad y acción colectiva, entre otros.
El Proyecto Más Allá del Aula, desarrollado del 2004 al 2013, fomentó el potencial artístico y la participación de niñas, niños y jóvenes a través del deporte, la música y la educación por el arte. Buscaba fortalecer la autoestima, desarrollar habilidades para la vida y rescatar los valores de la cultura paraguaya en los/las jóvenes, logrando que se conviertan en ciudadanos y ciudadanas más comprometidos/as con la sociedad a través del arte y el deporte. Fue en este proyecto donde Sara aprendió a ejecutar el arpa y descubrió su amor al arte.