Desde un pueblo rural en el departamento de Caaguazú en Paraguay, a unos 230 kilómetros de la capital, la lucha de Milagros por completar su educación secundaria es un testimonio de su actitud positiva y su determinación de no dejar que su discapacidad la detenga en la vida.
En el país, la discriminación y la estigmatización están constantemente presentes para las personas con discapacidad. A lo largo de su vida, Milagros ha enfrentado prejuicios por parte de otros niños, profesores e incluso de su propia familia. «Me lastimaron, me hicieron llorar. Incluso mis propios familiares me hicieron llorar», relata. Sin embargo, su madre es su mayor apoyo y juntas luchan cada día por el derecho de Milagros a la educación, superando los obstáculos en su camino.
A pesar de las barreras impuestas por la falta de infraestructura y políticas inclusivas, Milagros pudo terminar su educación secundaria en el 2023 y sostiene con firmeza la esperanza de que pueda cumplir su sueño de convertirse en policía.
Además de su discapacidad motriz, Milagros también tiene epilepsia y depende del apoyo de organizaciones no gubernamentales para obtener la medicación vital que necesita. «Mis medicamentos no son accesibles en mi comunidad», destaca Milagros, resaltando los desafíos que enfrentan muchas personas en su situación.
Educación en falta
«Ir a la escuela era un desafío diario» menciona. La motocicleta, único medio de transporte disponible, era manejada por su madre, que realizaba dos viajes a la hora de entrada: en el primero llevaba a Milagros y en el segundo a la silla de ruedas. A la salida, la rutina se repetía para retornar a la casa.
«Ir a la escuela era un desafío diario»
Milagros
En Paraguay, según datos de un estudio realizado por el Ministerio de Educación y Ciencia (MEC) y UNICEF, 1 de cada 4 niños está fuera de la escuela. Aunque el gobierno ofrece educación pública, muchos niños no pueden asistir debido a que sus familias necesitan que aporten ingresos adicionales, no hay escuelas en su área o el costo de uniformes, libros de texto y materiales es simplemente demasiado alto.
Dado que la tasa de deserción es más alta en áreas rurales que en urbanas, el éxito académico de Milagros se vuelve aún más notable.
Escuela de liderazgo
Encontrando apoyo a través de la Escuela de Liderazgo «Flores de Acero» establecida por Plan International en su localidad, Milagros ha fijado su objetivo en convertirse en policía. El proyecto de liderazgo para niñas tiene como objetivo potenciar las habilidades de liderazgo de las niñas, adolescentes y jóvenes que viven en áreas rurales, ayudándolas a generar cambios positivos en sus propias comunidades.
*Secretaria Nacional por los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad
Desde la implementación del proyecto en el 2021, más de 600 niñas y adolescentes han participado en el programa de formación. El nombre de la escuela, ‘Flores de Acero’, fue elegido por ellas mismas para resaltar su fuerza, resiliencia y desafío frente a las desigualdades que encuentran a diario.
A pesar de todas las dificultades con las que se enfrenta Milagros, mantiene viva su aspiración de convertirse en policía, con el anhelo de servir en la comisaría de su propia comunidad, cerca de sus seres queridos.
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