Migrar, una medida de protección  

María* es una adolescente mexicana de 17 años que se vio obligada a migrar por los temas de violencia que enfrentaba en su lugar de origen. Ahora desea entrar a Estados Unidos, reunificarse con su familia, continuar estudiando y emprender en sus propios negocios.

María* es una adolescente de 17 años, originaria de México, que se ha visto obligada a migrar junto con sus tres hermanos y tíos en busca de seguridad y un futuro mejor. Sus padres migaron hace dos años y ella y sus hermanos se quedaron al cuidado de sus abuelos y de sus tíos. En su lugar de origen enfrentaban múltiples tipos de violencia. 

“Mi familia ha sido comerciante por mucho tiempo, entonces cobran cuotas, y al no pagar, nos amenazaron con llevarse a una de mis hermanas”, relata María. “Mi tío fue golpeado y amenazado, así que decidimos migrar para protegernos”. 

“Mi tío fue golpeado y amenazado, así que decidimos migrar para protegernos”

María*, 17 años, mexicana.

María enfrento temas de violencia de género en su lugar de origen. “Migramos porque de dónde venimos hay mucho secuestro, mucha violación y violencia en la familia”, menciona María. “Además yo he enfrentado violencia”. 

Frontera Norte 

Al igual que muchas personas en movilidad María ahora se encuentra en la frontera de México con Estados Unidos, con la esperanza de pronto cruzar y rencontrarse con su familia. Pero el proceso suele ser largo. María ahora se encuentra en un albergue y el proceso de adaptación es difícil.  

“Para mí adaptarme aquí fue difícil. No me hallaba, pues aquí no tengo amigos. Por el miedo a que me vaya a pasar algo, prefiero no salir a la calle”. 

Ahora, María enfrenta nuevos desafíos. Le preocupa la seguridad de sus abuelos, ya que ellos se quedaron en su lugar de origen. Además, se siente insegura y ansiosa por reunirse con sus padres en Estados Unidos, “Mi miedo es no poder reencontrarme con mis papás, que me regresen a donde vivía y volver a tener miedo.”  

“Mi miedo es no poder reencontrarme con mis papás, que me regresen a donde vivía y volver a tener miedo”  

María*, 17 años, mexicana.

Hacia el futuro 

A pesar de todo, María mantiene la esperanza de un futuro mejor. Ella continúa estudiando en línea y espera terminar la preparatoria en medio año. “Estoy contenta y a la vez un poco triste, por dejar a mis compañeros de la escuela.” El deseo de María es continuar con sus estudios. “Me gustaría estudiar psicología, criminalística, comercio internacional o dibujo.” María sueña con reencontrarse con sus padres, obtener un permiso de trabajo y continuar estudiando. Además, aspira a establecer su propio emprendimiento. 

“Lo que más quiero es rencontrarme con mi familia. Luego que me den mi permiso de trabajo y comenzar a trabajar. Comprarles una casa a mis abuelitos y comprarle la camioneta de sus sueños a mi abuela, seguir estudiando y tener mi propio negocio” 

“Lo que más quiero es rencontrarme con mi familia. Luego que me den mi permiso de trabajo y comenzar a trabajar… seguir estudiando y tener mi propio negocio” 

María*, 17 años, mexicana.

María ha encontrado apoyo en organizaciones como Plan International, que brindan asistencia humanitaria a personas migrantes en la frontera sur y norte de México. Ha participado en actividades que le han ayudado a desahogarse y a entender más las razones por las cuales decidió salir de su comunidad. 

*Nombre cambiado por motivos de protección. 

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