Informe global recoge testimonios niñas que sufrieron matrimonio o unión infantil

Más de 250 niñas que sufrieron matrimonio o unión infantil compartieron sus experiencias
30 septiembre 2025

El matrimonio y unión infantil sigue siendo una de las mayores amenazas para las niñas de todo el mundo, según una nueva investigación exclusiva de Plan International que revela cómo esta práctica nociva pone a las niñas en riesgo de sufrir violencia y les roba oportunidades en la vida.

Más de 250 niñas y mujeres jóvenes de 15 países han compartido sus experiencias personales del matrimonio infantil o unión temprana en uno de los estudios más exhaustivo de este tipo. Todas estaban casadas o en una unión informal antes de los 18 años, y en conjunto, sus testimonios nunca antes escuchados ponen de manifiesto los daños causados por el matrimonio o unión temprana.

«Me casaron muy joven. No me permitieron estudiar ni progresar en la vida, me privaron de todo. Pero no dejaré que eso le pase a mi hija. Quiero que tenga un futuro brillante, y eso solo es posible si estudia y consigue un trabajo», afirma Juna, de 24 años, de Nepal. «El matrimonio temprano solo conduce a un futuro sombrío», continuó.

«Me casaron muy joven. No me permitieron estudiar ni progresar en la vida, me privaron de todo. Pero no dejaré que eso le pase a mi hija».

Juna, de 24 años, de Nepal

A nivel mundial, 12 millones de niñas se casan cada año antes de cumplir los 18, a pesar de que la práctica es ilegal en la mayoría de los países.

Sobre el informe global

El Informe sobre el Estado Mundial de las Niñas 2025 de Plan International Déjame ser una niña, no una esposa: Experiencias de niñas que viven el matrimonio y las uniones infantiles recoge los testimonios de niñas y mujeres jóvenes de Bangladesh, Camboya, Indonesia, Nepal, Etiopía, Mozambique, Uganda, Zambia, Colombia, República Dominicana Guatemala, Ecuador, Nigeria, Níger y Togo.

La vulnerabilidad de las niñas dentro de sus matrimonios y uniones fue un tema clave que se desprendió claramente de los testimonios. A pesar de ser aún niñas, las jóvenes relataron cómo eran dominadas por sus parejas, a menudo mayores que ellas, y por sus familias, lo que en muchos casos derivaba en violencia.

De las niñas con las que Plan International conversó, más de una de cada diez (13%) reveló haber sufrido violencia; una cifra que probablemente sea una estimación prudente, ya que el estigma y el tabú en torno a hablar de abusos suelen llevar a que muchas experiencias no sean reportadas.

Muchas niñas denunciaron que el abuso era algo normal y que la violencia no se tomaba en serio en sus comunidades, donde el apoyo legar era escaso.

Casi la mitad de las encuestadas (45 %) estaban casadas con hombres al menos cinco o más años mayores que ellas, y algunas se habían casado con hombres más de 10 o 20 años mayores.

El matrimonio infantil sigue estando muy arraigado en muchas comunidades de todo el mundo, y el 46 % de las niñas que participaron en el estudio citaron las dificultades económicas o la presión social y familiar como las razones más comunes para contraer matrimonio o unión.

El informe revela que las expectativas sociales profundamente arraigadas de que las niñas se conviertan en esposas y madres siguen firmemente vigentes en la actualidad y otorgan un gran valor a la fertilidad y la obediencia, arrebatándoles a las niñas su libertad y su futuro.

Otros riesgos a los que están expuestas

Las redes sociales también exponen a las niñas a nuevos riesgos. En Asia y América Latina, se descubrió que, en Internet, hombres mayores se aprovechaban de las vulnerabilidades emocionales y económicas de las niñas, ofreciéndoles el matrimonio como una oportunidad única para salir de sus dificultades.

Aunque algunas niñas podían elegir en parte a su pareja e incluso percibían sus matrimonios como basados en el amor, muchas citaron la presión familiar y social para casarse con sus parejas muy pronto en la relación con el fin de proteger su honor y reputación, y expresaron su arrepentimiento en retrospectiva.

En 14 de los 15 países estudiados, siendo Níger la única excepción, el matrimonio infantil es ilegal, pero la falta de financiación, la deficiente aplicación de la ley y las lagunas jurídicas hacen que la práctica persista.

Entre estas lagunas se incluyen aquellas que permiten a los padres, madres, tutores y tutoras legales o jueces locales consentir un matrimonio antes de que se cumpla la edad mínima legal. En varios países, la edad mínima legal para casase es más baja para las niñas que para los varones.

Las uniones infantiles son especialmente difíciles de detectar, lo que deja a las niñas aisladas y difíciles de localizar. Los matrimonios y uniones no registrados dejan a las niñas y mujeres sin protección en lo que respecta a la manutención de los hijos, los derechos de propiedad y las garantías legales.

El matrimonio infantil suele provocar que las niñas dejen de estudiar, lo que dificulta seriamente sus oportunidades en el futuro. El informe halló que más de una cada tres (el 35 %) abandonaron la escuela luego de casarse y que el 63 % no tienen empleo ni reciben educación o formación.

También se señaló que el acceso a los servicios de anticoncepción y salud era difícil, y que las niñas a menudo se veían presionadas para quedarse embarazadas al poco tiempo de casarse.

Muchas revelaron que sus maridos controlaban sus métodos anticonceptivos y sus finanzas, y que tenían muy poca capacidad de decisión y autonomía sobre sus vidas y sus cuerpos. Las participantes revelaron el daño que el matrimonio había causado a su salud mental, ya que se sentían solas, abrumadas y agobiadas por las responsabilidades de los adultos.

Bupe, de Zambia, que ahora tiene 19 años y se casó a los 15, dijo: «(Él) solía intimidarme y, cada vez que intentaba defenderme, me pegaba. Me callaba porque temía las consecuencias».

El estudio también revela que el matrimonio infantil con frecuencia es frágil e inestable: un gran número de las participantes, casi una de cada tres (el 28 %) estaba divorciada.

Salir de un matrimonio infantil no significaba necesariamente un futuro más brillante. Muchas de ellas informaron haber enfrentado estigma, aislamiento y más dificultades financieras como resultado de la separación.

“Este estudio pone en evidencia las duras realidades ocultas del matrimonio infantil, dando voz a niñas y jóvenes que con demasiada frecuencia son silenciadas, y cuyas vidas quedan marcadas por decisiones tomadas sin ellas. El mensaje es contundente: el matrimonio infantil pone a las niñas en riesgo de múltiples formas de daño y les arrebata oportunidades para su vida. El avance es demasiado lento y las leyes no están protegiendo lo suficiente a las niñas, lo que significa que enfrentan más riesgos y menos opciones, entre ellas el derecho a decidir si quieren casarse y cuándo hacerlo, o si desean tener hijos”, señaló Reena Ghelani, Directora Ejecutiva de Plan International.

«El mensaje es contundente: el matrimonio infantil pone a las niñas en riesgo de múltiples formas de daño y les arrebata oportunidades para su vida».

Reena Ghelani, Directora Ejecutiva de Plan International

“En este Día Internacional de la Niña hacemos un llamado a invertir en programas que enfrenten las creencias, prácticas y expectativas sociales dañinas que perpetúan el matrimonio infantil, y que brinden una verdadera protección a las niñas en riesgo. Es igualmente prioritario garantizar un mayor acceso a la educación, promover la sensibilización y fortalecer los estándares de seguridad en línea”.

“El matrimonio infantil no es normal y nunca debe considerarse como tal: es una violación de derechos. Las niñas deben tener la libertad de elegir su propio futuro, y no nos detendremos hasta que ese derecho sea una realidad”.

«Las niñas deben tener la libertad de elegir su propio futuro, y no nos detendremos hasta que ese derecho sea una realidad».

Reena Ghelani, Directora Ejecutiva de Plan International
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