La educación sigue representando un desafío para la niñez venezolana migrante y refugiada en Sudamérica
20 de junio de 2023.
En el caso de las niñas, el embarazo adolescente y la falta de recursos son factores que las obligan a abandonar sus estudios.
En el marco del Día Internacional del Refugiado, la organización Plan International destaca los riesgos y las barreras que siguen enfrentando los niños, las niñas y adolescentes para acceder a servicios de educación equitativos, inclusivos y de calidad que respondan de forma efectiva a sus necesidades educativas en los países de acogida.
El informe Barreras para el acceso, transición, finalización y aprendizaje de niñas, niños y adolescentes refugiados, migrantes y la comunidad de acogida en la región, desarrollado en Colombia, Ecuador y Perú realizado por Plan International junto con el Grupo Regional de Educación (GRELAC) encontró que el 35.9% de los hogares consideran difícil matricular a los niños, niñas y adolescentes migrantes. Del total de hogares que atraviesan dificultades, el 79.5% corresponde a hogares migrantes que citan como principal obstáculo los requisitos de documentación exigidos por los establecimientos educativos.
El estudio también reveló que el 26.4% de los hogares encuestados están de acuerdo en que es difícil para sus hijos e hijas continuar en la escuela en el país en el que viven actualmente. Esta situación se debe a problemas económicos, dificultades para encontrar cupos escolares, obstáculos relacionados con los documentos migratorios y la falta de conocimiento sobre los sistemas educativos locales.
En el caso de las niñas y adolescentes migrantes y refugiadas, la violencia de género a la que están expuestas también tiene un efecto perjudicial en su educación, obligándolas a abandonar la escuela, faltar a clase o tener un bajo rendimiento debido a traumas físicos y emocionales. En los países de acogida muchas veces enfrentan desafíos adicionales como el encargarse del cuidado de sus hermanos menores, o demás miembros de su familia, y demás circunstancias como embarazos tempranos o la falta de recursos para la gestión menstrual, según la investigación.
La directora de Plan International para la Subregión de Sudamérica, Verónica Zambrano declaró: “La educación para la niñez refugiada es un derecho humano fundamental que salva vidas, promueve la prosperidad económica y favorece el aprendizaje integral de las niñas y los niños refugiados, abarcando valores como la paz, la diversidad, la empatía, la igualdad de género, el desarrollo sostenible y el cuidado del entorno natural”.
“En los países se deben construir sistemas y políticas educativas resistentes a las crisis que se basen en las experiencias y soluciones identificadas por la niñez y la juventud desplazada. Estos sistemas y políticas deben ser adaptables, flexibles e innovadoras y garantizar la protección de los derechos de las niñas. Esto permitirá ofrecer una educación inclusiva y de calidad para garantizar la continuidad de la educación en contextos de movilidad humana”, manifestó Zambrano.
Sobre Plan International y su trabajo en educación
Plan International ha trabajado en experiencias exitosas a través del enfoque Escuelas Seguras, basado en el marco integral de seguridad escolar que retoma la importancia de la declaración de escuelas seguras para la reducción del riesgo de desastres en el sector de la educación, brindando respuesta al fenómeno migratorio de personas venezolanas en los tres principales países de acogida: Colombia, Ecuador y Perú.
A través múltiples intervenciones en territorio, en constante articulación con los sistemas gubernamentales, organizaciones aliadas y plataformas de coordinación a nivel regional, nacional y local para proporcionar asistencia a las personas migrantes y refugiadas en temas de seguridad alimentaria, agua, saneamiento e higiene, protección de la niñez y educación.
En este Día Internacional del Refugiado, Plan International reafirma su compromiso de seguir trabajando con los gobiernos y las comunidades para garantizar un futuro seguro para las niñas. Continuar brindando apoyo y protección a la niñez y a sus familias, así como abogar por un entorno seguro y acogedor para quienes se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad.