Melany de 13 años es una niña que tuvo una oportunidad excepcional. “En el año 2020 yo fui la primera niña en ser presidenta por un día aquí en nuestro país en República Dominicana. Fue una actividad bastante interesante porque me permitió estar más o menos medio día con el presidente” dijo Melany. En esa oportunidad, ella llevo al presidente Luis Abinader la petición de proteger y priorizar los derechos de las niñas, en especial la prohibición del Matrimonio Infantil.
En República Dominicana una problemática frecuente que afecta los derechos de las niñas es el matrimonio y las uniones a temprana edad (antes de los 18 años). Cada año más de 250 niñas de 10 a 14 años son obligadas a casarse o a convivir en unión libre con hombres. Las niñas que enfrentan esta situación también frecuentemente son propensas a abandonar la escuela, a que se vea afectada su salud mental y física, tienen más probabilidades de experimentar violencia doméstica, abuso físico, emocional o sexual, se limitan sus oportunidades y estimula el ciclo intergeneracional de pobreza.
A poco más de un año de la toma de poder de Melany como presidenta, el presidente Luis Abinader promulgo en enero 2021 un decreto de ley que eliminaba el matrimonio infantil en República Dominicana y además garantizaba la salvaguarda de los derechos fundamentales de las mujeres, las adolescentes y las niñas.
“Esta ley ayuda bastante a las niñas ya que en algunas ocasiones las niñas se casan no por decisión propia sino en algunas ocasiones porque son matrimonios arreglados por dinero, cuestiones de bienes o por abuso” cuenta Melany.
Un gran logro, pero las niñas aun enfrentan muchos retos
Melany confiesa que a pesar de la promulgación de la ley “algunas niñas que se han casado y que han tenido hijos e hijas siendo menores de edad y eso las retrasa mucho como personas, en su desarrollo social y económico”.
A pesar de que existe una prohibición sobre el matrimonio infantil forzado, las uniones informales de niñas con hombres mayores sigue siendo una práctica frecuente en el país y que mantiene números bastante invisibilizados al ser una práctica informal. Normalmente este tipo de prácticas también derivan en embarazos tempranos y no deseados.
El trabajo de Plan International en favor de las niñas
“Mi historia con Plan empezó alrededor de los 4 años” comenta Melany quien también manifiesta que También comenta que uno de los procesos donde participó que le marcó más fue el proyecto de Crecer Contenta el cual este se enfocado en prevenir el embarazo en temprano, el matrimonio y las uniones infantiles tempranas y forzadas a través de la capacitación en Derechos Sexuales y Reproductivos.
Destaca que, en esos espacios, pudo “desarrollar bastantes experiencias positivas para mí, ya que pude descubrir y experimentar temas importantes, como cómo desarrollarme económicamente, o sea, el manejo del dinero y de educación sexual que me podrían ser productivas en un futuro y que yo considero que deberían de ser temas que se enseñan a nivel académico” dijo Melany.
“Yo le recomendaría a todos aquellos niños que han pensado contraer matrimonio a temprana edad que mejor centren sus cosas en otras cosas que podrían ser productivas a largo plazo como por ejemplo deporte, actividades, cursos productivos como inglés, cursos técnicos y cosas de ese estilo”. concluyo Melany.