Persisten riesgos críticos de protección para niñas y niños migrantes que esperan transitar por el Darién
Las afectaciones psicosociales derivadas de la violencia, la inseguridad, la incertidumbre, los procesos de separación de menores y la falta de recursos básicos, resultan críticos según una evaluación de necesidades realizada por la organización internacional para su respuesta humanitaria.
16 diciembre 2024Una evaluación de necesidades realizada entre octubre y noviembre del presente año, llevada a cabo por Plan International en los municipios de Turbo y Necoclí, en la región del Tapón Darién en Colombia, revela los graves riesgos que persisten y que siguen enfrentando niñas, niños, adolescentes y jóvenes al cruzar este paso fronterizo. Esta ruta, una de las más peligrosas del mundo, se ha convertido en un paso obligado para miles de personas que buscan llegar a Norteamérica.
“Las niñas, niños y adolescentes en movilidad humana forzada que transitarán por el Tapón del Darién para llegar a Estados Unidos se exponen a riesgos de protección como la explotación con distintos fines. La mendicidad, el trabajo forzado y la explotación sexual son algunos de los riesgos que se agravan cuando permanecen en playa y calle hasta conseguir los recursos para continuar su tránsito. Esto por su situación de precariedad y vulnerabilidad, comprometiendo su bienestar e integridad. Las necesidades humanitarias inmediatas de las niñas, niños y adolescentes persisten en el Tapón del Darién. Es crucial mantener nuestras respuestas humanitarias integrales para la niñez y la adolescencia”, afirma Pamela Escobar, vicepresidenta Programática de Plan International en Colombia.
Las familias en tránsito, principalmente las niñas, las adolescentes y las mujeres adultas enfrentan graves riesgos de protección, como tráfico y trata de personas, violencia basada en género, explotación sexual y laboral, reclutamiento forzado y uso y utilización por parte de grupos armados no estatales (GANE). La inseguridad constante, la separación familiar y el desconocimiento de las rutas migratorias agravan los problemas de salud mental como el estrés y la ansiedad, afectando de manera desproporcionada a la niñez y la adolescencia, principalmente a la niñez no acompañada o separada.
«El tránsito por el Darién seguirá exponiendo a niñas y niños, adolescentes y a familias enteras a peligros inimaginables: desde condiciones extremas hasta riesgos de violencia y explotación. Las mujeres y niñas son especialmente vulnerables a la violencia sexual y a la falta de recursos para gestionar su menstruación. La emergencia aún persiste y es algo que debe tomarse en cuenta», afirma Carmen Elena Alemán, directora regional de Plan International para América Latina y el Caribe.
Principales hallazgos
La violencia y el abuso, tanto físico como sexual, son identificados como los riesgos más frecuentes en la evaluación. Las niñas y mujeres jóvenes se encuentran en una situación de vulnerabilidad extrema, enfrentando riesgos de agresiones sexuales, trata de personas y explotación. La falta de protección y recursos para defenderse de estos abusos agrava su situación y exposición al riesgo.
La evaluación también destaca la carencia de recursos básicos que salvan vidas como agua potable, alimentos y elementos de higiene personal.
La inseguridad también es una constante en la región, manifestándose en robos, estafas y extorsiones, principalmente por la presencia de Grupos Armados No Estatales (GANE). Estas condiciones no solo ponen en peligro la integridad de las personas migrantes, sino que también obstaculizan su tránsito por la región del Darién.
La interrupción de trayectorias escolares es una preocupación crítica pues puede derivar en rezagos en el proceso de aprendizaje, limitaciones en oportunidades futuras e incluso analfabetismo. Niñas, niños y adolescentes en tránsito ven afectado su desarrollo educativo y social, exponiéndolos a mayores riesgos de protección y perpetuando el ciclo de vulnerabilidad. La falta de servicios de educación formal y no formal, la ausencia de programas de educación en emergencia y la falta de espacios seguros para el aprendizaje son las principales barreras en este sector.
Medidas urgentes de protección
Para abordar estas necesidades urgentes, se requiere un enfoque integral que incluya salud mental y apoyo psicosocial (MHPSS), información sobre derechos migratorios, programas de educación en emergencia como mecanismos de protección adaptados a las necesidades de la niñez y adolescencia en movimiento, kits de protección e higiene, así como estrategias para identificar y mitigar riesgos durante el tránsito.
En contexto del Día Internacional del Migrante, a celebrarse el próximo 18 de diciembre, Plan International hace un llamado urgente a fortalecer los mecanismos de protección de la niñez y a garantizar una asistencia humanitaria integral, con un enfoque en protección, salud mental, educación en emergencia y servicios básicos que tenga en cuenta las necesidades humanitarias inmediatas de las niñas y los niños, y en particular, las afectaciones y necesidades que enfrentan las niñas, las adolescentes y las mujeres jóvenes. La organización también subraya la importancia de proporcionar información clara sobre el tránsito, los derechos migratorios y rutas de protección disponibles para las familias en movilidad humana.
“En el marco del Día Internacional del Migrante recordamos a las personas migrantes y refugiadas que siguen cruzando la selva del Darién. No podemos dejar que esta sea una crisis olvidada. Es prioritario dar una respuesta urgente a favor de las niñas y niños migrantes y refugiados que están en extrema situación de vulnerabilidad, y este es un trabajo urgente que concierte a todos los actores de respuesta”, concluyó Alemán.
En el último año, Plan ejecutó dos proyectos humanitarios en la región del Urabá Antioqueño, próxima al área del Darién, para responder al aumento de los flujos migratorios mixtos y proteger a la niñez. Estos proyectos han apoyado en la preparación y resiliencia de más de 10,000 personas migrantes en tránsito, especialmente mujeres embarazadas, madres lactantes y niños menores de 5 años. Las acciones incluyeron primeros auxilios psicológicos, distribución de suplementos nutricionales, kits WASH con sensibilización sobre agua segura y entrega de fulares en municipios como Apartadó, Turbo y Necoclí.