Seguimos soñando

Niñas y jóvenes en situación de conflicto.

En 2024, casi 300 millones de personas necesitarán ayuda humanitaria.

Los conflictos son uno de los principales motores de esta necesidad y su impacto en la población civil -especialmente en la niñez y juventud- es devastador.

Son reclutados por grupos armados, secuestrados, atacados en escuelas y hospitales, sometidos a violencia sexual y fuera del alcance de la ayuda humanitaria.

Dentro de toda esta devastación, como pone de relieve nuestra investigación, el conflicto es sentido de manera diferente por las niñas y los niños, por las mujeres y los hombres jóvenes.

Sobre la investigación

Este año, el Informe sobre el Estado Mundial de las Niñas se centra en las experiencias de las jóvenes cuyas vidas están afectadas por los conflictos.

Esta investigación incluyó una encuesta a gran escala de 9.995 participantes de diez países: Camerún, Colombia, Etiopía, Líbano, Mozambique, Nigeria, Sudán, Ucrania, Filipinas y un país que no se puede nombrar debido a sensibilidades políticas y operativas. Otras 104 jóvenes de Etiopía, Camerún, Colombia y Filipinas participaron en entrevistas en profundidad.

¿Cómo diferencian los conflictos en niñas y niños?

Queríamos entender cómo varían las experiencias de violencia, interrupción educativa, pérdida de medios de subsistencia y angustia emocional, provocadas por los conflictos, para las niñas y las mujeres jóvenes, los niños y los hombres jóvenes, y cómo esto afectará a sus vidas en el futuro.

La guerra afecta a todo el mundo, pero lo hace de distintas maneras, y este informe examina las dimensiones de género de los conflictos: haciendo especial hincapié en las necesidades y los derechos de las niñas y las jóvenes que, en tiempos de conflicto, y en tiempos de paz y abundancia, a menudo se pasan por alto.

«Las mujeres se ven más afectadas. Los hombres también se ven afectados, pero las mujeres aún más, porque tienen la responsabilidad de cuidar a los niños pequeños, y no tienen a nadie que las ayude a cuidar y llevar a los niños cuando se evacuan debido al conflicto».

Fatima, 15, Filipinas

Lo que se desprende de este estudio es lo importante que es, para que el apoyo sea eficaz, comprender que los distintos conflictos, contextos e identidades revelan una miríada de experiencias diferentes. El miedo es un denominador común, al igual que la lucha por cubrir las necesidades básicas, pero las niñas y las jóvenes manifiestan niveles mucho más elevados de estrés emocional.

  • Las jóvenes declararon altos niveles de angustia emocional, incluidos trastornos del sueño (55%) y preocupación constante (54%).
  • El 27% de las niñas y las jóvenes señalaron la violencia sexual y de género como un riesgo constante en su vida cotidiana.
  • El 38% de las encuestadas afirmaron sentirse seguras o muy inseguros, y las niñas y las mujeres jóvenes (39%) se sentían menos seguras que los niños y los hombres jóvenes (36%).
Conoce más descargando el reporte

Descargas

Reporte completo

pdf

6,18 mb

Resumen Ejecutivo

pdf

768,61 kb

Las niñas y los jóvenes necesitan que los organismos internacionales, los gobiernos nacionales y locales, las agencias humanitarias y los donantes trabajen en conjunto y:

  • Pongan en marcha un alto el fuego inmediato e inicien conversaciones de paz significativas encaminadas a lograr una paz duradera, garantizando que se incluyan las voces y las necesidades específicas de las niñas y los jóvenes.
  • ݀Detengan y condenen todas las violaciones graves contra la niñez en los conflictos, incluido el reclutamiento y la utilización por fuerzas y grupos armados, los asesinatos y mutilaciones, la violencia sexual, los ataques contra escuelas y hospitales, los secuestros y la denegación de acceso a la ayuda humanitaria.
  • Apoyar una educación segura e inclusiva para niños y jóvenes, incluida la educación para la paz, la financiación de la aplicación de la Declaración sobre Escuelas Seguras y enfoques de aprendizaje alternativos.
  • ݀Dirigir la ayuda humanitaria asegurándose de que niñas, niños y jóvenes tienen el mismo acceso a alimentos, agua y refugio, y de que se da prioridad a los servicios para supervivientes de la violencia, incluidas niñas y mujeres jóvenes.
  • Impulsar las economías locales y ofrecer oportunidades de empleo para que niñas, niños y jóvenes tengan opciones adaptadas a sus necesidades.
Share