Plan International pide acciones urgentes para proteger a niñas y a mujeres víctimas de trata en América Latina y el Caribe

Niñas migrantes en un albergue en México.
Niñas migrantes en un albergue en México.

Panamá, 31 de julio de 2023.- En el marco del Día Mundial contra la Trata, la organización global humanitaria y de desarrollo, Plan International hace un llamado para destacar la preocupante situación de las niñas y las mujeres en la región. Se requiere de una respuesta urgente y coordinada a nivel regional para hacer frente a esta emergencia.

Según un estudio de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) en América Central y el Caribe, más del 50 por ciento de las personas que son víctimas de tráfico con el propósito de explotación sexual en la región son niñas, convirtiéndose este en el grupo más afectado dentro de esta categoría. En Sudamérica, las mujeres representan la mitad de todas las víctimas detectadas de tráfico de personas y son sometidas tanto a explotación sexual como a trabajo forzado. Ellas constituyen el 87 por ciento de las víctimas detectadas de explotación sexual en la región.

Para Débora Cobar, directora de Plan International para América Latina y el Caribe, la trata de personas es un problema que involucra a toda la sociedad:

“Debido a la pobreza, la migración forzada, violencia sexual y violencia de género, entre otros factores, las niñas y las mujeres se han convertido en las principales víctimas de trata en la región. En este preciso momento, los derechos de niñas y niños están siendo vulnerados. No podemos esperar un día más o más vidas se perderán”.

La trata de personas en contextos de conflicto, crisis humanitarias y migración

En América Latina y el Caribe cerca de 1.56 millones de personas se encuentran en condición de vulnerabilidad frente a la trata y al tráfico. Por la movilidad humana, muchas de ellas están en comunidades de acogida, en tránsito (personas venezolanas, entre otras), pendulares (movimientos migratorios temporales) y personas retornadas.

En Centroamérica y el Caribe las niñas y las mujeres constituyen la mayoría de las víctimas de la trata de personas, representando un 61% y un 21% de los casos detectados, respectivamente.

Cerca del cuatro por ciento de las víctimas de la trata detectadas en Sudamérica provenían de Haití y de República Dominicana en 2020. Esto representa un número significativo en comparación con el tamaño de la población de estos dos países. La situación de hambre y conflicto entre pandillas, principalmente en Haití, han exacerbado la situación de vulnerabilidad de las niñas y mujeres, quienes se ven forzadas a caer en estas redes con promesas de una vida mejor.

En el caso de Venezuela, mujeres y niñas se han visto obligadas a salir de su país de origen por la situación socioeconómica y se encuentran principalmente vulnerables ante la trata y el tráfico de personas. Debido a las peligrosas rutas que atraviesan, pasos fronterizos irregulares o sitios donde pasan la noche durante el viaje, muchas veces se ven obligadas a caer en prostitución forzada y explotación sexual.

Plan International pide una respuesta urgente

“La erradicación de la trata de personas requiere un esfuerzo sostenido y una colaboración efectiva entre gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y la ciudadanía. Instamos a líderes y a la comunidad internacional a fortalecer su compromiso en la lucha contra la trata, y a garantizar que se implementen estrategias concretas con abordaje diferencial para la prevención y atención integral con la finalidad de proteger a la niñez, principalmente las niñas, y que crezcan ejerciendo sus derechos en paz y sin miedo a ser vulneradas”, declara Cobar.

Plan International tiene presencia en al menos 13 países de la región de América Latina y el Caribe. Brinda asistencia legal, psicosocial y humanitaria, y proporciona espacios seguros en algunas ciudades fronterizas para que las niñas y los niños puedan estar protegidos. Se enfoca además en establecer mecanismos de protección de la niñez a nivel comunitario con la finalidad de prevenir la violencia y la trata, fortaleciendo los sistemas de protección y buscando crear redes de apoyo a nivel comunitario. Trabaja también sensibilizando y previniendo sobre los riesgos de la trata de personas en las comunidades urbanas y rurales y protege a la niñez, principalmente a las niñas.

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