Madre haitiana pide alimentos, salud y educación para sus hijos ante el recrudecimiento de la crisis del hambre
Ante el agravamiento de la crisis humanitaria en Haití, donde 4,9 millones de personas no tienen qué comer, Plan International hace un llamamiento a la comunidad internacional de no abandonar al país.
«Esta mañana les di arroz de desayuno a mis hijos. No sé con qué voy a alimentarlos cuando lleguen a casa», dice Jesula, mujer de 26 años, madre de un niño de 7 y una niña de 3, habitantes del Departamento Sudeste de Haití. Jesula está embarazada y le han diagnosticado anemia debido a la mala alimentación. Este es uno de los cientos de miles de casos de madres haitianas que no tienen recursos para alimentar a sus familias.
Jesula explica que los tres principales problemas que afectan a su familia en la actualidad son la falta de acceso a los sistemas de salud, acceso a la educación y la mala alimentación, siendo este uno de los detonantes de la crisis multidimensional que atraviesa el país. «Tenemos dificultades para comer bien», afirma Jesula.
«Aunque vamos a la escuela a hablar con el director, eso no impide que envíe a los niños a casa por falta de pago». En lo que va de año, Jesula no ha podido pagar las tasas escolares.
Según la última actualización del IPC (Integrated Food Security Phase Classification), al menos 4.9 millones de personas están sufriendo los efectos de la inseguridad alimentaria en Haití. Esto representa un aumento del 48% al 49% en comparación con la proyección de los meses pasados. Además, más de 100.000 niños y niñas menores de cinco años están gravemente desnutridos en Haití, según la ONU.
La emergencia humanitaria en Haití ha empeorado en las últimas semanas debido a la violencia de las bandas, los disturbios civiles y las malas condiciones económicas por la falta de oportunidades de empleo. Esto ha generado un incremento de la inseguridad alimentaria, con mercados desabastecidos y alimentos que no llegan a los hogares por la falta de gasolina provocados por los bloqueos en las principales avenidas que conectan con la capital, Puerto Príncipe.
Actualmente, casi la mitad de la población no tiene suficientes alimentos para comer, incluidas 19.200 personas en situación catastrófica (fase 5 del IPC) por primera vez en la historia. La fase 5 del IPC es la fase más alta en la escala de inseguridad alimentaria aguda, atribuida cuando al menos el 20% de los hogares y el 30% de los niños se enfrentan a una malnutrición aguda por falta de alimentos.
La vida de madres embarazadas, niñas y niños está en peligro
Según el Análisis Rápido de Género 2022 de Plan International, realizado en el departamento Sudeste de Haití, las niñas, las mujeres embarazadas, las madres lactantes, los bebés y las personas mayores siguen siendo los grupos en situación de mayor vulnerabilidad ante los efectos de la crisis del hambre y sus repercusiones en la salud y la educación.
A Jesula le preocupa que, sin tratamiento médico, su embarazo pueda dejarla inválida de por vida. «Necesito tratamiento antes de que nazca el bebé. Según la enfermera, existe el riesgo de que no pueda volver a ponerme de pie después del parto», afirma.
Daphne de Bordes, directora interina de Plan International Haití, afirma que la actual crisis del hambre tiene consecuencias drásticas para el futuro de las niñas de la región: «La crisis de Haití está privando a las niñas de su derecho a la protección y a la educación. En medio de tantas emergencias que afectan a todo el mundo, es importante no pasar por alto a Haití, especialmente en el caso de las niñas que corren peligro a causa de la violencia, el hambre y la falta de servicios básicos de salud».
«Continuaremos con esta labor, pero como la situación sigue deteriorándose necesitamos su apoyo para poder ayudar a las niñas y los niños más vulnerables, especialmente a las niñas. No podemos esperar ni un día más», afirma de Bordes.
Plan International lleva respondiendo a la crisis del hambre en Haití desde mediados del año pasado, llegando a más de 2.500 personas con transferencias de efectivo para comprar alimentos vitales y el pago de matrículas educativas. Además, Plan International trabaja sobre el terreno para concienciar a las comunidades sobre nutrición, igualdad de género y protección de niñas y niños desde 1973, cuando abrió sus puertas en el país.