Las uniones forzadas continúan afectando a niñas y adolescentes
En el marco del mes del Día Internacional de la Niña, Plan International advierte que las uniones tempranas y/o forzadas continúan siendo una realidad que priva a millones de niñas de su niñez y de su derecho a decidir sobre su futuro.

De acuerdo con el Informe sobre el Estado Mundial de las Niñas 2025: “Déjame ser una niña, no una esposa”, presentado por Plan International, cada año 12 millones de niñas son obligadas a casarse o unirse antes de cumplir los 18 años. El estudio recoge los testimonios de más de 250 niñas y mujeres jóvenes de 15 países, quienes relatan las graves consecuencias físicas, emocionales y sociales de estas prácticas, que limitan su acceso a la educación, las exponen a violencia y les arrebatan su autonomía.
La realidad de las uniones tempranas en México
La problemática también está presente en el México. Según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2018, una de cada cinco mujeres de entre 20 y 24 años (20.7%) tuvo su primera unión antes de cumplir los 18 años, y el 3.6% antes de los 15. A pesar de que desde 2019 el Código Civil Federal prohíbe el matrimonio infantil, las uniones tempranas y forzadas persisten, especialmente en comunidades rurales e indígenas, donde factores como la pobreza y la desigualdad siguen afectando a las niñas.
“Las uniones forzadas son una forma de violencia que limita las oportunidades de las niñas y perpetúa ciclos de pobreza y desigualdad. Su erradicación exige cambiar normas sociales profundamente arraigadas y garantizar que las niñas permanezcan en la escuela”, señaló Antonio José Gutiérrez Representante de País de Plan International México.
En este Día Internacional de la Niña, Plan International hace un llamado a invertir en educación, promover la igualdad y eliminar las prácticas que atentan contra la libertad y seguridad de las niñas.
Plan International trabaja en el país para garantizar los derechos y la protección de niñas, niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad, especialmente en contextos de movilidad humana y violencia de género. A través de proyectos de protección integral, educación y autonomía económica juvenil, la organización impulsa el liderazgo de las niñas y promueve la igualdad de oportunidades.