En el marco del Día Internacional de la Niña recordamos que cientos de niñas se encuentran solicitando refugio a diario en México, en un proceso largo y complicado, que les mantiene expuestas a muchas vulneraciones de sus derechos.
Cerca de 86,000 personas han solicitado refugio en México este año, una cifra que ha crecido exponencialmente desde el inicio de la pandemia, según la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR). En el estado de Chiapas, en la frontera sur, se encuentra la delegación con mayores solicitudes de refugio, recibiendo a 57,857 personas provenientes de Honduras, Cuba, Venezuela, Nicaragua, El Salvador, Guatemala y Haití.
Muchas de estas personas son niñas, jóvenes y mujeres que emigran huyendo de situaciones como la violencia y desigualdad de género que sufrieron en sus países, pero al solicitar asilo, se enfrentan a trámites largos y complicados que las sitúa en una situación de vulnerabilidad e inseguridad en un país desconocido.
“¡Una llega sin saber! Para una cita, hay que esperar de uno a dos meses, algunos han esperado más. Y luego, otra cita para la entrevista. Yo llevo cinco meses en espera,” comenta Deysy, una madre de familia hondureña de 37 años que espera su aprobación de solicitud de refugio en el Municipio de Tapachula, en Chiapas.
“Solicitamos refugio, pero la verdad que las fechas nos confunden. Uno no llega bien del viaje y nos hacen esperar el turno muchas horas (12 horas). Además, me piden llevar a mi niña, ella llora durante todo ese tiempo,” La misma situación que vivió Amelia, una madre de 25 años.
Los derechos de las niñas y adolescentes solicitantes de refugio se ven vulnerados, ya que se ven expuestas a violencia, explotación, abusos sexuales, violencia de género, entre otros, además deben realizar trámites complejos para solicitar refugio en entornos desconocidos y sin la información suficiente para realizar las gestiones migratorias.
La situación se agrava cuando hay desempleo; falta de acceso a educación, vivienda digna y; problemas de salud que requieren especialización pediátrica y ginecológica. Al iniciar la solicitud de refugio no pueden moverse del lugar en el que la pidieron, por ende, deben buscar ayuda ahí.
“En el marco del Día Internacional de la Niña queremos recordar que muchas niñas y adolescentes luego de pasar por un tránsito lleno de peligro, llegan a México con hambre, necesidad de alojamiento, de escucha, atención en salud u orientación. Se necesita seguir trabajando en el fortalecimiento del sistema de integración a migrantes y refugiados por parte de las instituciones públicas y sociales, para que los derechos de las niñas no se vean vulnerados,” afirma Dirk Glas, representante de Plan International en México.
En el municipio de Tapachula del estado de Chiapas se encuentra la unidad programática de Plan International, donde se implementa el Programa Camino Protegido junto con ChildFund, EDUCO y socios locales. El programa se enfoca en apoyar a niñas, niños, adolescentes y familias migrantes, quienes reciben capacitaciones sobre riesgos y necesidades, y participan en actividades de integración. Se atienden casos de menores sin acompañamiento y se facilita el nexo con las familias de acogida. Además, se entrega vales de despensa y kits de higiene menstrual a las personas en movilidad humana. Este programa trabaja de la mano con organizaciones locales, internacionales e instancias gubernamentales.
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