“No es fácil estar durmiendo en la calle, uno no está aquí porque quiere”, testimonio de una joven migrante en México
Paola es una joven venezolana de 24 años en busca de mejores oportunidades en Estados Unidos debido a las dificultades económicas en su país. Después de seis meses de viaje, ahora se encuentra en la frontera norte, esperando para cruzar a Estados Unidos para poder trabajar y continuar estudiando.
Paola* es una joven de 24 años, originaria de Venezuela, que migra sola hacia Estados Unidos en busca de un futuro mejor. Aunque estudió hasta el quinto año de secundaria, tuvo que abandonar sus estudios por las dificultades económicas del país y su familia.
“Cuando empezó la situación económica y ya no pude seguir estudiando, empecé a trabajar como trabajadora del hogar en casas de familia. Uno ve a su familia y aunque esté trabajando, no llegar ni siquiera con un peso, es triste. Entonces uno se convence a sí mismo que tiene que salir de ahí”, cuenta Paola.
«Uno ve a su familia y aunque esté trabajando, no llegar ni siquiera con un peso, es triste. Entonces uno se convence a sí mismo que tiene que salir de ahí”
Paola*, 24 años, venezolana.
Viaje Migratorio
Paola ha migrado dos veces. La primera vez fue a Perú, donde trabajó durante cinco años, después regresó a Venezuela y se vio obligada a migrar por segunda vez hacia Estados Unidos. El viaje no fue fácil, Paola ingresó a México el 22 de diciembre de 2023. Durante su travesía, se encontró con diversas familias que también estaban migrando, y juntos recorrieron el camino.
“Teníamos una carpa para acampar y dormíamos en la calle cuando no quedaba otra alternativa. A veces encontrábamos un albergue o refugio y nos recibían bien, pero casi siempre estábamos en la calle durmiendo”, menciona Paola.
Al igual que Paola, más de 75 mil niñas, adolescentes y mujeres han ingresado a México de manera irregular en los dos primeros meses de 2024, de acuerdo con el Boletín Mensual de Estadísticas Migratorias del Gobierno de México, y se encuentran en una situación de gran vulnerabilidad, enfrentando riesgos específicos y necesidades particulares durante su movilidad.
“Mientras estábamos acampando, alrededor de las 10 de la noche llegaron unos hombres desconocidos. No era personal de migración, ni la policía. Nos sacaron a todos de la carpa y nos revisaron. Nos dijeron que teníamos que irnos al amanecer. Eso fue lo que hicimos apenas salió el sol”, menciona Paola.
En la Frontera
Paola tiene el objetivo de entrar a Estados Unidos, lleva seis meses viajando y ahora que se encuentra en la frontera de México con Estados Unidos debe decidir cómo cruzarla.
Para ingresar de manera regular a Estados Unidos, las personas migrantes como Paola deben obtener una cita a través de la aplicación CBP One, operada por la Aduana y Protección Fronteriza de Estados Unidos: “Yo personalmente no me quiero entregar, yo quiero esperar la cita. Aquí he conocido personas que llevan más tiempo que yo y todavía siguen esperando”, dice.
“Yo personalmente no me quiero entregar, yo quiero esperar la cita. Aquí he conocido personas que llevan más tiempo que yo y todavía siguen esperando”
Paola*, 24 años, venezolana.
Según Paola, el proceso suele tardar meses, y ella tiene miedo de que las autoridades mexicanas la regresen a su país durante esa espera: “Hay personas que viajan con su familia, con mucho esfuerzo y sin dinero y como no tienen papeles, las regresan. No es lo mismo estar en una casa, descansando y comiendo bien, que estar aquí, durmiendo en la calle. Uno no está aquí porque quiere”, declara.
Un mejor Futuro
Paola, al igual que muchas personas en movilidad desea un mejor futuro para ella y su familia que está en Venezuela, menciona: “Mi sueño, en estos momentos es llegar, entrar legal y empezar a trabajar. Tener un diploma y tener un trabajo. Pero sí me gustaría estudiar”.
“Mi sueño, en estos momentos es llegar, entrar legal y empezar a trabajar. Tener un diploma y tener un trabajo. «
Paola*, 24 años, venezolana.
Paola conoció a Plan International en un albergue y recibió una tarjeta para poder acceder a la compra de alimentos, agua y artículos de higiene personal y menstrual. En México, la organización internacional brinda asistencia humanitaria en la frontera sur y norte del país. Además, proporciona información clave sobre los servicios disponibles, así como orientación especializada para personas migrantes, con un enfoque particular en niñas, adolescentes y mujeres.
*Nombre cambiado por motivos de protección.