Al igual que miles de adolescentes, Dalia* se vio obligada a migrar debido a la creciente violencia a la que su familia enfrentaba en su país de origen. En su camino y en el albergue donde se encuentra ha asumido roles de liderazgo.
En un albergue en el sur de México se encuentra Dalia* una adolescente migrante de 16 años. Ella creció con su madre y sus cuatro hermanos en Guatemala, donde su madre luchaba toda su vida por mantenerlos, pero a menudo enfrentaban dificultades económicas. Ante esta situación, Dalia tomó la decisión de trabajar en su país de lunes a viernes, mientras asistía a la escuela los sábados. A pesar de las adversidades, Dalia siempre tuvo un fuerte compromiso de ayudar a su familia y el deseo de perseguir sus sueños.
Su vida dio un giro cuando por temas de violencia sus abuelos tomaron la decisión de migrar:
«La decisión más difícil e importante que he tomado fue salir de nuestra comunidad y migrar a Estados Unidos con mis abuelos. Fue muy difícil porque yo quería acompañarlos en el viaje, sobre todo por si mi abuelo se enfermaba, pero también yo quería estar con mi mamá y mis hermanos; no sabía qué hacer. Sentía que me necesitaban todos, pero no me podía partir. Al final decidí irme con mis abuelos porque ellos ya son grandes, y mis hermanos estaban con mi mamá. Yo no sabía lo que iba a significar migrar, pero aun así me vine.»
Al igual que miles de adolescentes, Dalia se vio obligada a migrar debido a la creciente violencia a la que su familia enfrentaba en su país de origen. Tuvo que dejar atrás a sus padres y hermanos para buscar seguridad junto a sus abuelos en un país extranjero. Está difícil elección revela la cruda realidad que enfrentan innumerables adolescentes en situaciones similares, atrapados entre la violencia y la incertidumbre, tomando decisiones angustiantes en busca de refugio y esperanza.
Travesía Migratoria
Durante su viaje migratorio, Dalia se vio en una situación inesperada: se convirtió en la guía de sus abuelos en un terreno desconocido. Esta experiencia le obligó a asumir una responsabilidad significativa que, en ese momento, ni ella misma había anticipado:
“Cuando migramos con mis abuelos me convertí en líder y ni conocía el camino. Entonces, yo los guiaba en el camino y sin conocerlo. Ahora que estamos en México hemos estado con esto de los trámites y ellos no conocen y como ya están grandes, me ha tocado a mí hacerme cargo y ser la guía de ellos.”
Liderazgo y Resiliencia
Al llegar al albergue Dalia se sentía triste, después de dejar su país y estar en un lugar totalmente nuevo le costaba encontrar el sentido, por ello se acercó a las personas encargadas de las actividades del albergue “les decía que yo me siento mal, me estoy deprimiendo demasiado, ni siquiera me da hambre y necesito ocuparme de algo.”
A partir de este acercamiento Dalia comenzó a colaborar en distintas actividades, no solo participaba, sino que también las lideraba. Ella encabezó la coordinación de un grupo de baile conformado por adolescentes y mujeres migrantes durante la Semana del Migrante. Además, Dalia se dedicó a la creación de adornos destinados para poder celebrar distintas festividades. Estas acciones hicieron que Dalia pudiera asumir un rol de liderazgo.
Dalia también tiene aspiraciones académicas. Sueña con estudiar medicina, a pesar de los desafíos a los que se enfrenta. En Guatemala su madre la apoyaba y le aseguraba que podía lograrlo. Dalia está dispuesta a luchar por su sueño, está decidida a perseverar. «Estudiar medicina iba a ser muy complicado para mí, porque no teníamos mucho dinero. Entonces no teníamos como que el dinero para comprar lo material, pero de todas formas yo decía. ¿Y cómo lo voy a hacer, cómo? No sé, pero lo voy a lograr.»
Hasta Lograr la Igualdad
Dalia desea que se puedan cumplir sus deseos, ella expresa: «Yo pido que me dejen llegar a mi destino, pues para poder empezar mi vida de nuevo y completamente de cero, poder estudiar y poder hacer lo que yo quiero». Su historia es un testimonio de fuerza y resiliencia. A pesar de los desafíos innumerables que ha enfrentado, Dalia persiste incansablemente en la búsqueda de sus metas para el futuro.
Plan International trabaja con y para niñas y adolescentes migrantes en México, impartiendo talleres centrados en la igualdad de género y alentando a estas jóvenes a alzar la voz para que sus palabras sean escuchadas. Desde Acelera el reloj, una campaña de la organización, deseamos recordar que existen muchísimas niñas y adolescentes migrantes en México que ansían poder tomar las decisiones que afectan sus vidas, liderar y ser representadas.
*Nombre cambiado por motivos de protección.