¿Por qué las niñas necesitan liderazgo?
El Plan de Lisbeth por la igualdad
“A las niñas y adolescentes me gustaría decirles: tú eres importante, eres valiosa, eres perfecta. Sueña y lucha por tus sueños, empodérate, y sobre todo, sé un agente de cambio” – Lisbeth, 14.
Lisbeth lleva ocho años siendo niña afiliada de Plan International. Durante su crecimiento, ella accedió a beneficios educativos, charlas de prevención contra la violencia y herramientas que desarrollaron su liderazgo. Esto le permitió ver de cerca que trabajar por la igualdad sí puede cambiar vidas. Y ahora, nos cuenta su plan para lograrlo.
Hoy Lisbeth tiene 14 años y vive en la provincia de Paucartambo, departamento de Cusco. Se pensaría que Paucartambo es un lugar altamente turístico, atendido y bien conectado, por sus calles empedradas, llenas de plazas, iglesias, monumentos históricos y riqueza cultural. Sin embargo, esta bella provincia sufre aun lo que la mayoría de zonas del Perú: desigualdad.
Tarea pendiente: desnormalizar la violencia
Lisbeth concluyó que el verdadero reto de su región es cómo se han normalizado todas las problemáticas que afectan a las niñas, adolescentes y mujeres: “En mi región la violencia hacia las mujeres es preocupante y es algo que normalizamos”.
Muchas niñas no siempre son conscientes del peligro que corren, y, la sociedad, del futuro de violencia que les espera a esas niñas: “En estos últimos años en mi zona vivimos el problema del embarazo adolescente, es algo que me pone muy triste. A la larga ellas y ellos tendrán problemas de violencia física, psicológica, incluso la pobreza extrema”, añade.
Como consecuencia, las denuncias ante casos de violencia, uniones forzadas o matrimonios infantiles no son atendidas. No se puede luchar contra algo que no se considera un problema. Y, para Lisbeth, debe cambiar desde la crianza en el núcleo familiar:
Empoderadas para liderar
Con la experiencia de todo lo vivido como niña afiliada, Lisbeth decidió volverse educadora par del proyecto “Decidir sin violencia”, en donde orienta a sus pares, niñas, niños y adolescentes como ella, sobre temáticas de violencia y prevención del embarazo adolescente: “Una educadora par orienta y ayuda a sus pares y familiares a evitar problemas como la violencia, la desigualdad”.
Lisbeth comprende que la educación en liderazgo es la clave para cambiar las cosas, ya que, el haber sido formada en este valor, le permitió alzar su voz para frenar la violencia en su región: “Las experiencias de liderazgo que he tenido me han ayudado mucho, ya que conozco más de temas de violencia, para así poder enfrentar esto, ayudar a las demás mujeres de la comunidad”.
En el futuro, la joven lideresa está determinada a continuar con su activismo y convertirse en abogada para apoyar continuar empoderando a las niñas; y, a su vez, apoyar a las mujeres que, en silencio, se enfrentan a los daños de la indiferencia en su región: “Me gustaría seguir haciendo acciones por los derechos de las mujeres, empoderándolas, haciéndolas más fuertes”.
Sabemos que Paucartambo estará en buenas manos.