El Legado de una Madre: Cuidando la Salud y el Futuro de su Comunidad

Sarvia Gidela, madre y agente comunitaria de salud en Loreto ha transformado su comunidad mediante la educación sobre higiene y prevención de enfermedades. A pesar de las dificultades por la escasez de agua, su dedicación y trabajo incansable mejoran la salud de su comunidad y el futuro de su hija.
Sarvia y su hija sonriendo.
Sarvia y su hija sonriendo.

En las comunidades de San Juan Baustista de la región Loreto donde el agua es escasa y las dificultades no son pocas, Sarvia Gidela se ha convertido en un faro de esperanza y dedicación. A sus 35 años, no solo es madre y esposa, sino también agente comunitaria de salud, un rol que ha asumido con valentía y compromiso, ayudando a mejorar la salud de su comunidad en tiempos de crisis.

Un sueño desde la infancia

Desde pequeña, Sarvia soñaba con ser enfermera, un deseo que se vio fortalecido por la dura realidad que vivió durante la epidemia de malaria que golpeó su comunidad. Fue en medio de esta crisis cuando decidió asumir el rol de promotora de salud. Aunque en 2008 aún no era reconocida oficialmente como agente comunitaria, su vocación y deseo de servir a los demás la impulsaron a continuar. En 2019, finalmente fue reconocida como agente comunitaria de salud, un logro que le llenó de orgullo y satisfacción.

El desafío de Sarvia no solo se limitó a su rol como agente comunitaria. En su día a día, entre atender a su familia y realizar las labores del hogar, ella también debe cumplir con visitas domiciliarias, monitoreando el estado de salud de las niñas, niños, las gestantes y las familias. Aunque no recibe compensación económica por su trabajo, afirma que la gratitud de las personas y el impacto positivo en su comunidad son recompensas suficientes.“Es un trabajo difícil, pero muy gratificante. Ver a la gente agradecida y saber que estamos haciendo algo bueno para nuestra comunidad hace que todo valga la pena,» dice Sarvia.

“Es un trabajo difícil, pero muy gratificante. Ver a la gente agradecida y saber que estamos haciendo algo bueno para nuestra comunidad hace que todo valga la pena».

Sarvia, agente comunitaria de salud.
Sarvia mostrando las zonas y casas donde realiza las visitas domiciliarias como agente comunitaria de salud.
Sarvia mostrando las zonas y casas donde realiza las visitas domiciliarias como agente comunitaria de salud.

La escasez de agua y sus desafíos

Una de las mayores dificultades para Sarvia y su comunidad ha sido la escasez de agua durante la temporada de sequías, situación que se ha visto exacerbada por el cambio climático. En su hogar, al igual que en muchas otras familias de San Juan Bautista, conseguir agua de calidad se ha convertido en una tarea ardua. “Tuvimos que trabajar juntos como vecinos, buscando soluciones y, afortunadamente, recibimos apoyo de organizaciones que nos ayudaron a perforar pozos para acceder al agua» relata.

Fue en este contexto de crisis hídrica cuando Sarvia participó en las capacitaciones organizadas por Plan International sobre el lavado de manos y el uso responsable del agua en el marco del proyecto “Respuesta humanitaria por sequías en Loreto”. Durante estas sesiones, comprendió la vital importancia de la higiene para prevenir enfermedades, especialmente las infecciones diarreicas, que son comunes en comunidades con acceso limitado a agua potable. «Lo principal que aprendí en la capacitación fue que el lavado de manos es crucial para prevenir enfermedades. Mi trabajo ahora es educar a la comunidad, especialmente a los niños, para que ellos enseñen a sus padres» explica Sarvia.

El impacto del lavado de manos en la comunidad

Sarvia mostrando a su hija el proceso del lavado de manos.

El impacto de estas capacitaciones ha sido notable. La niñez, que aprende rápidamente, se ha convertido en la principal promotora del lavado de manos en sus hogares. «Las niñas y niños son los que más aprenden rápido. Después de nuestras charlas, los padres y madres vienen a agradecernos porque sus hijos les enseñan lo que han aprendido» dice Sarvia, orgullosa del cambio que está logrando en su comunidad.

Sarvia no solo se preocupa por el bienestar de su comunidad, sino también por el futuro de su hija, Gisell, quien con solo 4 años ya ha internalizado las enseñanzas sobre higiene y salud. «Mi hija quiere ser doctora, y me enorgullece verla aprender. Sé que las futuras generaciones cambiarán las costumbres de la comunidad» afirma con emoción en su voz.

«Mi hija quiere ser doctora, y me enorgullece verla aprender. Sé que las futuras generaciones cambiarán las costumbres de la comunidad»

Sarvia, agente comunitaria de salud.

El camino por recorrer y la importancia de la educación continua

A pesar de los avances, Sarvia es consciente de que aún queda mucho por hacer. «Lo que más necesitamos son más capacitaciones y recursos para continuar trabajando en la prevención de enfermedades y en la educación de la población» destaca. También subraya la importancia de concientizar a los padres y madres sobre la higiene de sus hijos, especialmente en los primeros años de vida, cuando son más vulnerables a las infecciones.

La historia de Sarvia es un claro ejemplo de cómo una madre y agente comunitaria puede transformar su entorno mediante trabajo arduo, dedicación y un profundo amor por su comunidad. Como ella misma dice, “mi objetivo es que mi hija sea una profesional, pero también que las niñas y niños de mi comunidad crezcan sanos y conscientes de la importancia de la higiene y el cuidado de la salud. Juntos, podemos cambiar el futuro de nuestra comunidad”.

Capacitación en higiene y salud en tiempos de crisis

Sarvia es una de las 120 agentes comunitarias de salud capacitadas en prácticas de higiene y salud reforzando el enfoque en el lavado de manos como una práctica crucial para la prevención de enfermedades, del proyecto «Respuesta humanitaria por sequías en Loreto» financiado por Start Fund que logró reforzar las capacidades en personal y equipos voluntarios de promover en pacientes y en la población prácticas de higiene deterioradas debido a la falta de agua en la región Loreto, Perú.  

Sarvia realizando su trabajo como agente comunitaria de salud en su comunidad.
Sarvia realizando su trabajo como agente comunitaria de salud en su comunidad.

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