Mientras pasa el COVID-19: aprendo, dibujo y juego
6 agosto 2020En la Costa Caribe Norte vive John, un niño miskito de 13 años que es líder de su comunidad. Él vive a 593 kilómetros de la capital de Nicaragua. El desarrollo en esta zona ha sido históricamente limitado, por lo que solo se puede acceder a su casa a través de camino de tierra.
En la Costa Caribe Norte vive John, un niño miskito de 13 años que es líder de su comunidad. Él vive a 593 kilómetros de la capital de Nicaragua. El desarrollo en esta zona ha sido históricamente limitado, por lo que solo se puede acceder a su casa a través de camino de tierra. En la mayoría de comunidades rurales no hay luz eléctrica, ni hay agua potable, y el centro de salud cuenta solo con una enfermera para atender aproximadamente a 300 familias.
John es muy alegre, participa activamente en todos los talleres que promueve Plan International y se ha convertido en monitor del proyecto de protección “Vivir sin miedo”. Él aprendió sobre el maltrato y como evitarlo, los beneficios de realizar los mapas de riesgos de mi comunidad como una forma de disminuir los abusos y la violencia hacia las niñas y niños, explicó.
Antes de la llegada del COVID-19 a Nicaragua, John estaba cursando sexto grado de educación primaria. A él le encanta ir a la escuela porque ahí se divierte con sus amigos, pero ahora me siento aburrido y triste ya que no podemos salir, no estoy aprendiendo cosas nuevas en la escuela, ni me visitan para impartir talleres de protección, comentó.
En su escuela, que está cercana a su casa, brindan clases de primaria y debido a la pandemia solamente asisten los estudiantes mayores de 12 años, mientras que niñas y niños menores de esta edad no van. Por temor al contagio, la familia de John ha decido que él no vaya a clases, y se quede en casa.Los estudios de John se han estancado. Ahora su vida es diferente, desde tempranas horas va con su familia a la finca, y en las tardes juega con sus 2 hermanos menores. “En mi casa todos trabajamos por igual, no hay diferencia, tanto mujeres como hombres”.
A pesar de esta difícil situación que afronta la niñez en la Costa Caribe Norte, él ha encontrado pasatiempos que disminuyen su aburrimiento, “a veces practico lectura, dibujo en casa con mis hermanos, y también jugamos futbol, mi deporte favorito.”
Cuando le consultamos que conocía sobre la pandemia mencionó que el virus surgió en China, que ellos comen murciélagos y otros animales. Sus padres le han mencionado que para evitar contagiarse deben tomar té de hojas de eucalipto, lavarse las manos constantemente, y usar mascarilla. Él está muy agradecido porque en su comunidad nadie se ha enfermado, pero sabe que debe seguir cuidándose.
John confía en que todo esto pasará pronto, podrá volver a la escuela, nuevamente jugará con sus amigos, seguirá estudiando para cultivar su futuro y se convertirá en un maestro “porque me gusta enseñar y compartir lo que sé con los demás”, concluyó.
Plan International continuará apoyando a las familias patrocinadas como las de John, y próximamente realizará una segunda entrega de kits de higiene para promover la salud y prevenir el contagio del Covid19 en las niñas y los niños que estudian en esta escuela. También se distribuirán kits en los centros de salud de 26 comunidades de la RACCN.
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